Medidas inmediatas para la coyuntura: un plan bianual para ajustar a la burguesía y sacar adelante el país

Para comprender la forma de intervención política de un partido socialista es muy importante entender el escenario en el que le toca actuar. Dicho de otro modo, en qué condiciones llega a posiciones de poder. Hemos explicado esto en Argentina 2050, aquí solo vamos a suponer un escenario en el cual una propuesta socialista llega al gobierno mediante elecciones en un contexto de crisis como el actual. En dicho contexto, un gobierno socialista debe primero enfrentar la coyuntura y estabilizar un orden con las herramientas políticas con las que cuenta: las contradicciones de la legalidad burguesa y la movilización popular. Se trata, entonces, de reestablecer un modo de funcionamiento elemental del capitalismo, sin el cual, un gobierno socialista no podría sobrevivir más que unos días.

Dicho esto, entonces, señalamos:

  1. El problema más importante en la coyuntura es la paralización de la economía por falta de divisas para pagar importaciones esenciales;
  2. Como consecuencia, la desaparición del sistema de precios y la circulación de bienes en general.

El núcleo de la solución a largo plazo, consiste en el aumento de la productividad del trabajo argentino, que le permita competir en el mercado mundial y obtener allí las divisas necesarias para el intercambio creciente. Como explicamos en Argentina 2050, ese déficit no es remontable a menos que se reestructure toda la producción local bajo el formato de una concentración y centralización de todos los recursos en el Estado. Dicho proceso lleva mucho tiempo y necesita ingentes recursos. Por eso, un gobierno socialista debiera tener un plan para estabilizar la economía antes de comenzar con las transformaciones de largo plazo, aunque, esas medidas inmediatas pueden adelantar algunos cambios sustantivos. Debemos, entonces, concentrarnos en la coyuntura inmediata, antes que en planes de muy largo plazo.

Eso nos obliga a la puesta en marcha de un plan de estabilización, es decir, un plan de ajuste. No hay que tener miedo a las palabras. En todo caso, hay que ponerse en guardia en torno a su contenido. En este caso, se trata de un plan trianual que tiene por horizonte reforzar la capacidad de intervención del Estado en el corto plazo y garantizar dicha capacidad en el futuro mediato. Es decir, se trata de salir del paso, sí, pero también de sentar unas bases mínimas para el fortalecimiento progresivo del aparato estatal. Para lograr ese objetivo se necesita realizar un ajuste profundo de las cuentas estatales: un Estado deficitario permanente no puede ser un Estado fuerte, ágil y vehículo de desarrollo; una política de fomento de las exportaciones, que elimine el cuello de botella de la permanente falta de divisas. Para obtener el primer resultado, es imperioso entender que el núcleo de los gastos del Estado está constituido por todos los subsidios, explícitos e implícitos, a la burguesía. Luego, el ajuste necesario es, básicamente, un ajuste sobre las empresas, no sobre los trabajadores. Para tener éxito con el segundo, es importante fomentar las exportaciones en mejores condiciones de expansión inmediata: minería, energía y economías regionales, así como estimular la sustitución interna de bienes exportables (como la carne vacuna, por ejemplo) y crear líneas nuevas de exportación con bienes que demanden poca inversión y alto uso de mano de obra (piscicultura, cultivos especiales, etc.). El plan supone, entonces, la “desparasitación” del Estado, por un lado; la creación de una economía centrada en la exportación, por otro.

En consecuencia, las medidas serían las siguientes:

  1. Liquidación compulsiva de los 15.000 millones de dólares guardados en silo-bolsas a tipo de cambio histórico del sector (entre 150 y 200$);
  2. Administración directa por el Estado de las importaciones esenciales;
  3. Control fiscal de las exportaciones;
  4. Reestructuración de la deuda en pesos con bono a veinte años;
  5. Revisión de todos los subsidios otorgados al sector privado y eliminación de los que no demuestren una producción cercana a la rentabilidad real de mercado o una masa de empleos importante;
  6. Reforma monetaria con establecimiento de tipo de cambio competitivo;
  7. Control de precios con adecuación al tipo de cambio establecido en la reforma monetaria;
  8. Revisión completa del sistema de compra estatal y organismos descentralizados;
  9. Drástica reducción de los salarios de los altos funcionarios, políticos y jubilaciones de privilegio, incluyendo gastos de representación, viajes, etc.;
  10. Cierre de todas las dependencias estatales inútiles, sin afectar los empleos;
  11. Renegociación de todos los contratos de obra pública;
  12. Reestructuración general del sistema de obras sociales;
  13. Recuperación de todos los bienes del Estado apropiados por privados;
  14. Ejecución de todas las deudas empresariales con el Estado, sobre todo de las previsionales;
  15. Reforma laboral: blanqueo de todos los trabajadores en negro;
  16. Formación de tribunales especiales contra la corrupción política con trámite rápido y expropiación de los bienes de todos los condenados por corrupción;
  17. Cierre, sin afectación del empleo, de las empresas estatales que no justifiquen adecuadamente su déficit o no propongan un plan realista de rentabilidad en el corto plazo;
  18. Eliminación de todos los gastos por publicidad oficial, subsidios a entidades religiosas y similares;
  19. Creación de un sistema de empresas mixtas estatal/privado con el sector pyme;
  20. Integración de las cooperativas y empresas recuperadas al sistema productivo estatal;
  21. Revisión completa de los costos de transporte y eliminación de “peajes” al sector exportador;
  22. Facilidades para la duplicación de exportaciones en dos años de energía, minería y economías regionales;
  23. Premio impositivo a los exportadores dinámicos;
  24. Eliminación de planes sociales e incorporación de todos los desocupados a la planta del Estado;
  25. Organización de empresas productivas estatales para la exportación con los desocupados incorporados al Estado y con las empresas quebradas por la crisis;
  26. Ley de promoción de las inversiones mineras;
  27. Impuesto permanente a las grandes fortunas.

Se trata, entonces, de estabilizar la economía y dotar al Estado de una base sólida sobre la cual encarar transformaciones estructurales futuras. Un futuro que solo puede ser socialista.


Publicado en El Aromo Nueva Época N° 4 – Agosto 2022

1 comentario en “Medidas inmediatas para la coyuntura: un plan bianual para ajustar a la burguesía y sacar adelante el país”

  1. Y CON LA DEUDA QUE HACEMOS , POR QUE ESTO VA A LLEVAR , MAS DE CUATRO AÑOS Y PUEDE CORTARSE EN ESE LAPSO….. DESDE YA QUE CONCIDO POR QUE NO HAY OTRA SALIDA…..PERO NO ES COMO PENSAR UN PARTIDO DE FUTBOL SIN TENER EN CUENTA ,LA REACCION DEL CONTRINCANTE. SERIA MAS FACIL DE MI PARTE DECIRLE QUE ESTA TODO BIEN, ES PARA PENSAR , EVALUAR, PONER TRABAS POR SI ES NECESARIO PULIRLO EL PLAN. CLARO QUIZA ESTO ES UN BOSQUEJO Y CADA RUBRO .DISCULPE SI LEO ES POR QUE TENGO INTERES, PERO AL MISMO TIEMPO CURIOSIDAD

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