Los tiempos que corren y las soluciones que necesitamos

Estamos en una situación en la que en el mundo no está cocinándose una revolución. Y eso que el capitalismo no está en su mejor momento. El socialismo no parece ser una palabra que prometa demasiado a las masas. Más bien, por culpa del chavismo y de Evo Morales, muchos lo toman como mala palabra. Y ni hablemos de las barrabasadas que dicen los “libertarios”: para ellos, todo es socialismo, desde Mao Tsé Tung a Horacio Rodríguez Larreta y Joe Biden.

En Argentina, tampoco hay un 2001 a la vuelta de la esquina que renueve las esperanzas hacia el futuro. Hay descontento pero la gente canaliza todo por medio de las elecciones y votando usualmente contra el presidente de turno. Eso sí, hasta ahora, siempre dentro del campo patronal. Así, el voto pasa de un sector burgués a otro, sin que nadie tenga idea qué hacer con el país.

Por su parte, la izquierda (el Frente de Izquierda Unidad, más que nada) tampoco parece brinda una respuesta. Por un lado, porque hay cierto clima anti-izquier­dista y anti-estatista. Pero también porque esa izquierda no tiene una propuesta concreta de gobierno. En parte se limitan a la denuncia. Esperan un gran golpe al capitalismo al estilo Revolución Rusa o Revolución China. Así razonan de un modo incorrecto: creen que sin movilización de masas, sin revolución mundial, no se puede hacer mucho “en un solo país”. Eso lleva a que van a las elecciones sin nada demasiado concreto. Termina pasando que el FITU se presenta a elecciones para no ganar, porque si ganaran, no sabrían qué hacer.

Esa izquierda no se prepa­ra para un escenario que podría ser más que posible, si tenemos en cuenta el grado de crisis política: llegar al gobierno por medio de las urnas, con el capitalismo y el Estado más o menos intacto. Algo así como lo que ocurrió con Salvador Allende en el Chile de los años ’70. Por eso, proponemos un programa llamado Argentina 2050. Es un programa adecuado para este momento y lugar, en esta circunstancia política. Estamos afirmando que incluso en este contexto, se pueden hacer cosas. Se puede impulsar una transformación. Desde el Estado, con un rol planificador, con el predominio de la propiedad colectivo y pensando en desarrollar la industria argentina.

Por supuesto, somos conscientes que una situación así condiciona lo que vamos a poder hacer. Llegar al gobierno no es llegar al poder. El gobierno es apenas la dirección de una parte del aparato del Estado (el poder ejecutivo). La sociedad va a seguir siendo capitalista, el régimen político va a seguir siendo burgués y todas las partes del aparato del Estado que todavía no controlamos (sectores del aparato represivo, espionaje, burocracia, jueces, legisladores) nos pueden jugar en contra. Igual que la burguesía argentina: pueden boicotearnos, y hasta organizar un golpe y cambiar de régimen para terminar con los que la hicieron peligrar.

Pero las apuestas hay que hacerlas. Preferimos una estrategia que acepte la realidad política más probable y trate de caminar por ahí, antes que esperar a que los problemas se resuelvan solos. Intentamos mostrar que incluso en este cuadro, podemos mostrar una sociedad eficiente y atraer sectores que vean el resultado y se beneficien de esa eficiencia. Por ejemplo, todos los obreros desocupados que van a volverse obreros productivos. Y de verdad. Por eso, a cada paso, hay que alinear fuerzas con iniciativa para que sean un sustento de nuestra política. Todo este cuadro nos lleva a pensar en aplicar primero una política económica de transición. Pero eso sí, es una transición con un claro rumbo socialista.

1 comentario en “Los tiempos que corren y las soluciones que necesitamos”

  1. miren soy fubolero,trato de interpretar los partidos, en oportunidades equipos chicos, con entrar en una serie, el exito esta asegurado…que quiero decir, que si llegaramos por que el destino lo determina a ser primera oposicion el objetivo estaria requetecumplido,,,, para ser gobierno sin poder es preferible, ser oposicion ,he ir formando la integracion de la clase popular,no populista, no se traicionaria el legado leninista,lei por ahi que lenin era de esa idea de ir entrando en las bases populares, lamentablemente la revolucion esta en las urnas, para formar una democracia que no sirve de mucho, pero si la cosa pasa por ahi no hay que ser tan exoticos y pretender revoluciones permanentes, que no existen, pragmatismo puro,estado mucho estado, en la economia la politica, la educacion,la salud,la vivienda la cultura…estoy de acuerdo suerte……… y dejar la actividad privada como esta ,la pampa humeda que siga humeda ,buscar inversiones y estudiar la deuda , no pagar hasta ver partida por partida…bue paro por que es tarde

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