PARA QUE GANE LA UNIVERSIDAD, TIENE QUE CAER MILEI

¿Por qué Milei ataca a las universidades?
Ya debería quedar claro a esta altura que el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario no se debe a ningún cuidado del “equilibrio fiscal”, ni a un incremento desmedido del gasto (que solo significaría un 0,14% del PBI). Tampoco se debe a un problema de “auditoría”, que dicho sea de paso es responsabilidad del Poder Ejecutivo y el Legislativo, y el Gobierno aún no designó a quienes deben llevarla adelante.
La realidad es que Milei puede estar llevando adelante este ajuste económico tan brutal y en todos los ámbitos porque en el país vivimos un clima ideológico signado por un “consenso liberal”. Este consenso señala que todo lo Estatal es malo, corrupto y “de casta”. Y estas afirmaciones, por más tontas que suenen para muchos de nosotros, están avaladas por los desastrosos gobiernos que precedieron a Milei.

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL, EL PRIMER GRAN ESCOLLO
En este contexto, no es la CGT ni el movimiento piquetero quienes están en las calles en pie de lucha contra el gobierno. El primer gran límite ante tanta salvajada liberal vino de la mano de un gran movimiento universitario que hizo dos movilizaciones tan masivas como hace años no se veía en el país.
La respuesta de los funcionarios deja en claro que no van a ceder un milímetro en su política de destrucción de las universidades nacionales. Este fin de semana protagonizaron una serie de declaraciones con el objetivo de provocar. Milei afirmó que la universidad pública es solo para los hijos de los ricos. Cualquier estadística marca lo contrario: el 18% de las personas de menores ingresos cursa estudios superiores y 7 de cada 10 estudiantes son primera generación universitaria. Guillermo Francos fue todavía más lejos y comparó la lucha estudiantil actual con el proceso que desembocó en la última dictadura militar.
La reacción de los estudiantes estuvo a la altura. Lejos de amedrentarnos, la respuesta fue contundente. Casi no quedó universidad nacional que no tenga alguna facultad tomada o realizando alguna medida de lucha. En varias de ellas, incluso en contra de las conducciones de los centros de estudiantes que querían boicotear la lucha.

Lo que queda claro es que el conflicto está lejos de terminar. La lucha será larga, dura y de una intensidad pocas veces vista. Debemos apelar a las herramientas de lucha históricas: la huelga, la toma y la unidad de docentes y estudiantes. Pero también es necesario no enmarcar esta lucha solamente en lo presupuestario o salarial. La defensa de nuestra universidad pública debe ir de la mano de todas nuestras reivindicaciones históricas. No nos puede pasar lo mismo que pasó luego de la primera marcha universitaria, donde ante el anuncio de un pequeño aumento para gastos de funcionamiento, se desarticuló toda la movilización.
La universidad con la que soñamos dista mucho de la que hoy tenemos. Es necesario un incremento presupuestario y una recomposición de los salarios docentes, pero también es necesario poner fin al sistema liberal de concursos truchos por el de carrera docente, un sistema de becas o salario estudiantil que nos permita cursar sin necesidad de trabajar precariamente para costearnos los materiales, es necesaria una democratización de todos los claustros, donde se unifique el claustro docente y deje de ser monopolizado solo por los titulares de cátedra. Es necesario también repensar la articulación con la investigación para ponerla al servicio de la transformación social.
En conclusión, esta lucha que estamos llevando adelante debe dar un salto cualitativo y servir para repensar la universidad y el modelo de país. Tenemos que ir por una segunda Reforma Universitaria. Por eso llamamos a organizar asambleas interclaustros en todas las universidades del país con la perspectiva de organizar un gran congreso nacional universitario. De lo contrario, quedamos expuestos a la posibilidad de que las gestiones y las conducciones cómplices negocien con el gobierno por un poco de plata.
Tiene que quedar claro, esta no es una carrera contra la inflación en la que podemos estar un punto arriba o un punto abajo. Es una lucha por la supervivencia.

Si te interesa que te contemos qué hay que hacer la universidad y las perspectivas de la lucha en curso ponete en contacto con nosotros. Además organizamos un grupo de contra-propaganda para responder a las mentiras de la propaganda oficial. Sumate!!

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