Con Milei no, con los gobernadores tampoco. Por un plan de lucha nacional docente

En las últimas semanas, la docencia se puso en pie de lucha contra el profundo ajuste que Milei y los gobernadores (peronistas, radicales, macristas, y kirchneristas) impulsan sobre nuestras condiciones de vida. Como explicamos en nuestra nota anterior, las paritarias provinciales acompañaron ese ajuste propuesto por el gobierno nacional, impulsando aumentos salariales por debajo de la inflación, retrasos en el pago de diferentes ítems del salario, y mesas paritarias donde los gobernadores buscaban atar los aumentos a la recaudación en lugar de a la inflación. La situación promete ser peor ya que aún faltan más aumentos de tarifas y se especula con una nueva devaluación que podría tener un nuevo impacto en los precios.
A esta situación se sumó la decisión del gobierno de Javier Milei de no prorrogar el Fonid ni convocar a la paritaria nacional docente. Recordemos que el Fonid es una conquista que se logró en 1999, en el marco de la lucha de la “Carpa Blanca”, que comprometió un aporte económico nacional en el marco del pasaje de las escuelas secundarias a las provincias. Dicho fondo se fue prorrogando desde entonces y la última fue en 2022 hasta el 1 de enero de 2024. El último monto del Fonid representó 333 mil millones de pesos, que representa el 14% del presupuesto del Ministerio de Educación y menos del 1% de todo el presupuesto nacional. El Fonid cubre entre un 10 y 20% del salario según la provincia. El gobierno nacional se desentiende del tema planteando que no hay ningún salario para discutir porque no hay docentes nacionales y eso corresponde a cada una de las provincias. Una verdad a medias: el sistema educativo está descentralizado, pero su sostenimiento depende de la coparticipación. Existen rubros financiados por Nación, como los planes de infraestructura entre otros. El piso salarial que se fija en la “paritaria” nacional coloca un límite a la miseria salarial que asegura la descentralización. Cierto es, además, que el gobierno nacional hace gala de una lógica muy particular: pretende prescindir de la negociación salarial nacional, pero admite su injerencia a la hora de destinar subsidios al sector privado y vouchers a las familias para que afronten los pagos en las cuotas de escuelas privadas.
Junto al ajuste salarial que impulsa, el gobierno nacional pretende declarar a la educación como servicio esencial. Se trata de un nuevo intento para avanzar con su propuesta original tras el naufragio que las ilusiones libertarias sufrieron con la caída del capítulo laboral del DNU y de la Ley Ómnibus. También fracasaron los intentos de gobiernos provinciales en años anteriores de decretar la “esencialidad” como vía para disciplinar las huelgas docentes.
Ante este contexto, la CTERA convocó a un paro con movilizaciones provinciales para el lunes 26. Para esta medida, también se habían convocado las centrales docentes adheridas a la CGT pero terminaron bajándose frente a la convocatoria a reunión paritaria para el 27/2 por parte del gobierno. Hay que destacar que la medida se construyó desde abajo, con asambleas por escuelas, por distritos, plenarios de delegados, en los que se rechazaron las ofertas salariales y se exigió un paro a las conducciones sindicales.
Frente a la estrategia de la burocracia de solo apuntar los cañones contra el gobierno nacional por el Fonid, debemos sostener la independencia y evitar caer en una alianza con los gobernadores. Una defensa cerrada del Fonid nos ubica junto a los gobiernos provinciales que son parte del ajuste. Necesitamos aprovechar la situación para poner en discusión la descentralización educativa, y exigir el establecimiento por ley de un salario nacional docente. El salario básico por cargo debe no solo cubrir las necesidades básicas, sino también todos los gastos propios de nuestra profesión: cursos de formación, materiales de lecturas, artículos de librería, transporte, etc. Además, necesitamos que esté indexado para evitar su caída real frente a la inflación. Esto permitiría solucionar el problema de las sumas en negro, que afectan nuestros salarios y las jubilaciones, el problema de la doble o triple jornada, el pluriempleo con docentes que tienen otra “changa” para llegar a fin de mes, y la desigualdad salarial entre las diferentes provincias. A su vez, permite que la docencia pueda discutir con la patronal estatal no sólo cuestiones salariales, sino también los contenidos que deben ser enseñados a nuestros estudiantes. La lucha también tiene que apuntar a conquistar el derecho a licencias para formación y capacitación, el establecimiento de parejas pedagógicas, la creación de equipos de asistencia pedagógica y psicológica en todas las escuelas, un plan nacional de infraestructura para refacción y construcción de escuelas, así como también la incorporación de conectividad y equipos tecnológicos en todas las escuelas.
El paro nacional del próximo 26 debe ser el inicio de un plan de lucha a nivel nacional que incorpore las demandas de toda la comunidad educativa. Las familias están afrontando el inicio del ciclo escolar con la canasta escolar más cara del mundo, con un subsidio que apenas cubre el 25% de una canasta. El aumento del transporte vuelve urgente la exigencia de un boleto educativo que incluya a auxiliares, docentes, estudiantes y familias. También resulta imprescindible el aumento del presupuesto para becas y comedores escolares.
El gobierno busca desmovilizarnos y acaba de anunciar una reunión con los gremios para el 27 de febrero próximo. Para una discusión que ni siquiera pretende sea “vinculante”. Por eso, para discutir estas propuestas y la continuidad del plan de lucha te invitamos a participar de la reunión de la Corriente Nacional Docente Conti Santoro el día sábado 2 de marzo a las 10 am.

Completa el siguiente formulario para participar

https://cutt.ly/BwNiDFyY

Corriente Nacional Docente Conti Santoro

1 comentario en “Con Milei no, con los gobernadores tampoco. Por un plan de lucha nacional docente”

  1. ES EL ETERNO PROBLEMA DE LA IZQUIERDA,GOBERNADORES HAY DE TODO TIPO Y COLOR, PERO NI UNO DE IZQUIERDA, EN 100 AÑOS NI UNO…….POR ESO PARA EL 2025, COMO NO HAY REVOLUCION A LA VISTA, SE DEBE UNIR LA IZQUIERDA Y FORMAR UN PARTIDO DE CAMPEONES COMO DICEN UDES…..SUERTE

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