¡Basta de persecución ideológica a los docentes!

En los últimos días los y las docentes de la Ciudad de Buenos Aires nos encontramos con una nueva normativa del gobierno de Jorge Macri que resulta verdaderamente grave, aunque nada novedosa. En el nuevo reglamento escolar el gobierno porteño impuso una serie de medidas que, aunque en su mayor parte son casi imposibles de cumplirse, significan un nuevo ataque sobre el conjunto de la docencia.
En línea con las anteriores gestiones educativas del gobierno porteño (como la de la ex ministra Soledad Acuña), el artículo 75 de la mencionada normativa establece la prohibición de realizar toda “forma de proselitismo político partidario en el tiempo escolar”, tanto en el aula como en actos o conmemoraciones del calendario “que pudieran usarse como excusa para tal motivo”, como si las efemérides escolares fuesen neutrales y carentes de todo tipo de contenido político. Al mismo tiempo prohíbe expresar en el desarrollo de la clase opiniones de manera intencionada que pudieran “influir, confundir o afectar a los menores en temas relacionados con religión, sexualidad, género, etnia o política partidaria”. Cabe preguntarnos de qué forma podríamos enseñar los docentes del área de Ciencias Sociales cualquiera de nuestros contenidos, ya sea de Historia, Política y Ciudadanía, entre otras, sin hablar de nada relacionado a la política o la religión. Ni hablar de que se estarían borrando todos los temas relacionados a la Educación Sexual Integral, contemplados por ley nacional, que en el marco de esta nueva normativa quedarían excluidos de los contenidos escolares, significando un nuevo retroceso en las políticas educativas de los últimos años. Por si fuera poco, la normativa también señala de que, si alguno de estos temas surgiera por iniciativa de un estudiante, el docente “deberá informar al equipo de conducción para que los equipos especializados puedan intervenir y brindar el acompañamiento necesario al estudiante y su familia en cada situación”. Pareciera que toman a los estudiantes como unos ignorantes que no pueden pensar por sí mismos en temas relacionados a la política, religión o género, intentando convertir a los y las docentes en “buchones” de los propios alumnos, negando el derecho a la libre expresión de los mismos en el aula.
Como ya mencionamos, políticas como las implementadas por Jorge Macri no son nada nuevo en la Ciudad. A mediados de 2020 la ex ministra Soledad Acuña impulsó a los estudiantes a denunciar supuestos “adoctrinamientos” en las aulas, afirmando que en las escuelas no debe entrar la política, sino que los docentes debemos “enseñar a pensar”, sin explicar de en qué consistiría esa peculiar forma de dar clases. Evidentemente el gobierno porteño busca, de una u otra forma, correr a La Libertad Avanza “por derecha”, sintonizando con la política del gobierno nacional de “despolitizar” la enseñanza, como si algo así fuese posible. Como ya afirmamos en comunicados anteriores, esta gente no sólo hace gala de un profundo macartismo y odio de clase, sino que también demuestran una profunda ignorancia sobre la dinámica de las aulas. ¿Acaso es posible enseñar contenidos relacionados directamente a la política, el Estado o la sociedad sin hablar de política? ¿Podemos enseñar contenidos referidos a la biología sin hablar de los sexos, de la composición biológica de las personas o de la política respecto a las vacunas? Por otra parte, ¿cómo piensan implementar estas prohibiciones? ¿Acaso pondrían un policía adentro de las aulas para controlar lo que lo docentes expliquemos? ¿Sancionarán a los estudiantes que “osen” hablar de política o expresar alguna opinión?
Es evidente que el área de educación del gobierno de la ciudad está manejada por gente que no entiende absolutamente nada de lo que ocurre adentro de las aulas. Pero ese no es el único problema ya que esos ignorantes que deciden sobre la educación también buscan limitar todo tipo de discusión política y social que pueda generar cuestionamientos sobre el régimen social en el que vivimos y que se descompone día a día. Esta normativa no es más que un nuevo ataque al conjunto de la docencia, una persecución política e ideológica en toda regla. Se trata de un nuevo ataque de la guerra que nos declararon a los docentes. Necesitamos organizar el Movimiento Nacional Docente y poner en pie de lucha al conjunto de los y las docentes para que dejen de avasallarnos con estas reformas y con el ajuste que está en marcha tanto desde el gobierno nacional como desde los gobiernos distritales.

No a la persecución ideológica en las aulas
Fuera Macri. Fuera Milei

Por una educación científica y socialista

Corriente Nacional Docente Conti Santoro – Vía Socialista

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *