La renuncia de Molina Hafford, quien presidía el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) hasta la semana pasada, puso en alerta a los trabajadores. La negativa a profundizar el ajuste que le exigían desde el gobierno parece haber sido lo que lo llevó a dejar el organismo.
Desde que asumió Molina Hafford, en diciembre de 2023, el ajuste comenzó y nunca cesó: el personal intimado a iniciar el trámite jubilatorio, el cierre de ProHuerta y Cambio Rural, o los retiros voluntarios, fueron parte del plan llevado adelante con el fin aplicar los lineamientos del gobierno de reducción del personal. Sin embargo, el ahora ex presidente del INTA, se negaba a profundizar el ajuste que le exigen desde Economía. El mismo implicaría la reducción de 1.500 puestos de trabajo sobre una planta de 6.700, así como también la venta de inmuebles del organismo.
Tras su renuncia ha asumido como presidente Bronzovich. Se trata del ex director nacional de Agricultura y ex directivo de la Asociación Argentina de Siembra Directa (Aapresid), al igual que la vicepresidenta del INTA, Pilu Giraudo, quien se mantuvo en el cargo. El hecho de que el nuevo presidente no esté ligado de forma directa al INTA y que responda fielmente a la línea del gobierno, fue un primer llamado de atención.
Este jueves, los rumores se hicieron realidad. Finalmente, salió publicada en el Boletín Oficial la venta del histórico edificio del INTA Cerviño al 1300, junto a otros tantos inmuebles públicos. En Cerviño trabajan alrededor de 140 empleados con los que todavía no se sabe qué sucederá. Allí no solo funciona la Fundación ArgenINTA sino que alberga también centros de investigación como el de Economía y Prospectiva (CIEP), su biblioteca y Direcciones como la de Asuntos Internacionales y la de Vinculación Tecnológica.
Este sería solo el primer paso. Se rumorea que el nuevo presidente profundizará el ajuste que comenzó Molina Hafford, avanzando en una reducción de la planta en un 20%, lo que implicaría el despido de alrededor de 1400 compañeros y compañeras.
Los sindicatos ATE y APINTA convocaron a movilizarse el lunes 28 de octubre a las 13 horas a Cerviño, con la intención de realizar allí un abrazo al edificio. Aplaudimos la iniciativa pero entendemos que el ajuste no se frena con abrazos. No podemos permitir que el plan de ataque al sector científico tecnológico avance. Necesitamos un plan de lucha para poder enfrentar el ajuste y asambleas en todas las dependencias del INTA para organizarlo.
NO A LOS DESPIDOS: EN INTA NO SOBRA NADIE
NO AL DESGUACE Y A LA VENTA DE ACTIVOS PÚBLICOS PARA SEGUIR FINANCIANDO EMPRESARIOS PLANEROS
Trabajadores y trabajadoras de INTA en la Corriente Sindical Clasista Goyo Flores